martes, 2 de julio de 2013

LEVANTANDO EL CAMPAMENTO

Después de dar tantas vueltas y caminar durante años en el desierto, al final el pueblo de Israel tiene una especie de rendición y decide entrar a la tierra prometida confiando ciegamente en que la mano del Señor es todo lo que necesitan para habitar una tierra en plenitud.  Al parecer muchos en el Nuevo pacto tenemos que hacer el mismo recorrido para aprender las mismas cosas- ¡qué complicados somos los seres humanos!- y llegar a la misma conclusión: que no podemos prescindir de la presencia de nuestro Señor para lograr la tan anhelada plenitud.  Claro que para entender esto el pueblo de Israel también necesitó comprender que el campamento debería ser levantado, "desarmado", cuántas veces fuera necesario porque la meta era no quedarse en un bonito lugar del camino ni echar raíces en algún paraje hermoso para vivir, sino llegar a la tierra prometida.  A la luz de esto hasta suena un poco ridículo el recordar nuestras "estrategias evangelísticas" y nuestra constante lucha contra el tedioso formato evangélico.  En nuestra congregación usamos las artes, la música y el teatro para "reforzar" la enseñanza y la formación de discípulos, llegando a la penosa conclusión que todas esas vueltas por el desierto fueron simplemente vueltas por el desierto.  Las bandas rockeras para ganar ese segmento de la población y sus famosas "tokatas", las vestimentas y el adorno acorde a la misión, al final no significaron gran cosa.  El despliegue escénico en cada obra de teatro al parecer no dio mucho fruto ni en la madurez de los participantes ni en ganar más adeptos para Cristo. No voy a negar que todas esas añadiduras sirvieron para hacernos una bonita congregación, más de vanguardia, pero de poco peso a la hora de los balances.  Y aquí estamos parados, frente a la tierra prometida, igual que Josué, escuchando la invitación del Señor a tomar la plenitud que nos pertenece, condicionados a que no prescindamos de su servicio ni miremos a ningún otro lado (pensando quizás en echar mano a los tan ofrecidos recursos para esto y lo otro) que no sea su maravillosa sencillez.

Les abraza el pastor Rubén Rodríguez desde Chile.

martes, 14 de mayo de 2013

DISCERNIR EL CUERPO DE CRISTO

Las Escrituras pueden ayudarnos mucho en nuestra formación porque, aparte de aclararnos los propósitos de Dios para nuestra vida, nos proveen también el ejemplo de esos hombres y mujeres que vivieron aplicando a sus vidas las enseñanzas divinas.  Uno de esos hombres, que siempre ha sido un modelo para mí, es el apóstol Bernabé porque puedo apreciar en él, en su más amplio concepto, un corazón bueno.  La misma Palabra de Dios lo califica de "hombre bueno".  De hecho, su verdadero nombre era José, y Bernabé es el apodo que surje por la propuesta de su vida: ser un hijo de consolación.  Y a través de las Escrituras vamos apreciando todo un ministerio de relaciones personales, relaciones humanas que se van arreglando al paso de este verdadero ministerio puente: intercediendo por Pablo ante los apóstoles, cuando había mucha desconfianza por el pasado de este hombre; proyección para nuevos ministerios cuando lo vemos defendiendo a Juan Marcos delante de Pablo; creando lazos de unidad entre los judíos de Jerusalén y la iglesia de los gentiles en Antioquía; puentes de ayuda entre los que poseían bienes materiales y los necesitados de la iglesia primitiva.  Incluso, hasta cuando Pablo lo acusa de ser un hipócrita al estar de parte de los judaizantes en Antioquía, a la llegada de Pedro y los otros apóstoles, se puede apreciar su respeto por la autoridad de los hombres de Dios que habían estado con Jesús y de su deseo de que se establecieran los nexos con la visión de Jerusalén.Hoy necesitamos urgentemente ver la aparición de hombres buenos en esta sociedad, tan llena de malos ejemplos a todo nivel.  La iglesia del señor necesita levantar esos íconos que se paren delante de los hombres, pero no con el poder que emana de la fuerza humana, sino hombres transparentes, casi candorosos de ingenuidad a los cuales se les pueda ver ese corazón de hombre bueno, que sepan crear lazos de unidad entre todos los hombres, que quiebren las fronteras que hemos levantado los seres humanos con nuestros prejuicios y nuestros complejos.

miércoles, 20 de marzo de 2013

VOLVER A LA SENCILLEZ

Después de dar tantas vueltas y caminar durante años en el desierto, al final el pueblo de Israel tiene una especie de rendición y decide entrar a la tierra prometida confiando ciegamente en que la mano del Señor es todo lo que necesitan para habitar una tierra en plenitud.  Al parecer muchos en el Nuevo pacto tenemos que hacer el mismo recorrido para aprender las mismas cosas- ¡qué complicados somos los seres humanos!- y llegar a la misma conclusión: que no podemos prescindir de la presencia de nuestro Señor para lograr la tan anhelada plenitud.  Y entonces hasta suena un poco ridículo el recordar nuestras "estrategias evangelísticas" y nuestra constante lucha contra el tedioso formato evangélico.  En nuestra congregación usamos las artes, la música y el teatro para "reforzar" la enseñanza y la formación de discípulos, llegando a la penosa conclusión que todas esas vueltas por el desierto fueron simplemente vueltas por el desierto.  Las bandas rockeras para ganar ese segmento de la población y sus famosas "tokatas", las vestimentas y el adorno acorde a la misión, al final no significaron gran cosa.  El despliegue escénico en cada obra de teatro al parecer no dio mucho fruto ni en la madurez de los participantes ni en ganar más adeptos para Cristo. No voy a negar que todas esas añadiduras sirvieron para hacernos una bonita congregación, más de vanguardia, pero de poco peso a la hora de los balances.  Y aquí estamos parados, frente a la tierra prometida, igual que Josué, escuchando la invitación del Señor a tomar la plenitud que nos pertenece, condicionados a que no prescindamos de su servicio ni miremos a ningún otro lado (pensando quizás en echar mano a los tan ofrecidos recursos para esto y lo otro) que no sea su maravillosa sencillez.

sábado, 12 de enero de 2013

CAMPAMENTO VERANO 2013

Este verano el campamento lo haremos en Angostura, a 60 Kms al sur de Santiago, en el Centro de actividades del Ejército de Salvación.  Para los discípulos que van a participar la entrada está prevista para el Lunes 28 de Enero, con salida el Domingo 3 de Febrero.  El costo por persona será de $40.000.- por toda la semana e incluye el hospedaje, el almuerzo y las facilidades para hacer el desayuno y las onces.  Para los hermanos que no son de Santiago (Antofagasta, La Serena, Curicó) se les ha ofrecido de todo en Santiago, desde el hospedaje en casa de los discípulos santiaguinos a carpas, frazadas y utilería que pudieran requerir en su estadía en este retiro.
Demás está señalar que, al igual que los veranos anteriores, este campamento será de mucha bendición para todos los que dispongan su corazoncito a vivir en comunión esta instancia.  Les abraza el pastor Rubén Rodríguez de Antofagasta.