Creo que tres fueron las cosas más importantes que se trataron en la comunión de anaferos el Jueves 15 de Septiembre. Una tiene que ver con la visión de reino y, consecuentemente, con la restauración de la iglesia; que cada ministro de la alabanza pueda lograr ser un ejemplo de vida y calidad como discípulo para ministrar y conseguir las cosas que sentimos hemos perdido: gracia, unción, fe. Otra cosa importante, ya en el ámbito de buscar una estrategia, tiene que ver con trabajar con la congregación, de tal modo que toda la gente sea involucrada en este fluir del Espíritu. Para tal efecto, los martes del mes de Octubre la ministración estará a cargo de los anaferos, en cinco equipos de trabajo, en Casa-Kyrios; paralelamente a esto, la ministración de la Palabra en torno al culto a Dios debe ser un apoyo fundamental. Y finalmente, algo planteado, también como estrategia, fue la creación de dos grupos de alabanza, a fin de trabajar con mucha más fluidez y "fiato" en esta nueva etapa que se vive como congregación. Es de esperar que todos estos acuerdos den los más hermosos frutos porque se advierte el compromiso y la madurez al hacer estos pactos.
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